Medicina tradicional china: El corazón, nuestro emperador

Según la MTC (Medicina Tradicional China) el corazón, el intestino delgado (ID), el protector del corazón y el triple calentador son los órganos relacionados con “el fuego”, que es uno de los 5 elementos en que se basa su teoría para ayudarnos a entender el funcionamiento de los ciclos de la naturaleza, del hombre y del movimiento de la energía (Chi) en general.

 

El fuego

La energía de este elemento se manifiesta con mayor intensidad en verano, tiene que ver con el desarrollo del máximo potencial, el esplendor, la plenitud y la expansión hasta los límites de nuestra capacidad. El Fuego es la fase del Ser completo, donde se integran todos sus aspectos, donde tomamos conciencia y sentimos las diferencias con el otro pero también la identificación con él. Tiene que ver con la comprensión activa de lo inexpresable, la iluminación, de disfrutar y entender lo más terrible, de estar por encima de las menudencias de la vida pero teniéndolas en cuenta. También tiene que ver con la expresión artística, con la alegría y con la risa.

El Fuego es donde el Espíritu puede expresarse y desarrollarse, es donde se manifiesta el Shen (la parte más sutil de la manifestación de la energía). El Shen aparece en el momento de la concepción y se activa con la primera respiración. A partir de ahí recibe la información del medio ambiente a través de los cinco sentidos, haciendo una síntesis de la información recibida.

 

El corazón

Es el “emperador” que se ocupa de lo  importante que nos ocurre en la vida y permite unificar todos los aspectos de la persona. Tiene una función de impulsar la sangre a través de los vasos imbuyendo al cuerpo “conciencia”. Integra y comunica experiencias estableciendo una interconexión entre nuestra vida y el universo entero. Permite la nutrición a todos los niveles  proporcionándonos satisfacción, si estamos satisfechos podremos abrir el corazón y dar al otro sin esperar nada a cambio (estamos llenos y nos permitimos vaciarnos). Nos aporta ganas de vivir. Usa la palabra para expresar nuestros sentimientos.

Tiene que ver con la capacidad de contener, de no juzgar, de disfrute, de desapego. Es nuestro centro emocional y el que aporta una carga (intensidad) suficiente para que las situaciones nos estimulen (Sentir).

Si hay problemas de corazón se pueden manifestar como arritmias, palpitaciones, pulso débil, infartos, problemas en tensión sanguínea, problemas en el pecho (dolor, rigidez, constricción, tensión), úlceras en la boca, problemas en el abdomen superior (rigidez, hinchazón, debilidad), calor, cansancio, cuerpo tenso, dolor de cabeza, frío en extremidades, dolor de hombro, problemas en la lengua (tirantez, ulceras), mareos, sudoración excesiva, depresión, insomnio (cuesta coger el sueño).

A nivel emocional se puede manifestar con nerviosismo, agitación, ansiedad, inquietud, problemas emocionales (exceso, represión, traumas, incapacidad para controlar, respuestas inapropiadas, confusión), comportamiento maníaco depresivo, histeria, risas excesivas o inapropiadas, excesiva locuacidad (o lo contrario), tartamudeo, tristeza, vulnerabilidad, falta de voluntad, hipersensibilidad.

Y a nivel mental como debilidad, confusión y falta de memoria.

 

El intestino delgado 

Separa lo puro de lo impuro en el proceso digestivo, y a nivel más global a saber discernir lo que alimenta mi Ser y lo que no es mío. Nos ayuda a saber distinguir las creencias que están basadas en nuestra propia experiencia o en la de otros (introyecciones). Ayuda a que el corazón pueda sentir y expresar de una manera libre y espontánea.

Está relacionado con la calidad de la sangre, la claridad en objetivos, con la acción. Mantiene la tranquilidad a través de los mecanismos de shock. Está relacionado con los ovarios, testículos y el líquido cerebro-espinal.

Si hay problemas en el ID se puede manifestar como problemas abdominales (sonidos, retortijones, inflamación, dolor, frío, falta de fuerza, rigidez, apendicitis, diarrea, mala digestión, flatulencia, estreñimiento), dolor de dientes, dolor de ovarios, dolor en articulaciones (muñeca, codo, hombro, omoplato, cuello, cadera, zona inferior de la espalda), tortícolis, lumbalgia, ciática, problemas menstruales, estancamiento de sangre, problemas en la micción, migrañas, problemas en piernas (circulación deficiente, pesadez, rigidez en zona interna), sed, sordera.

A nivel emocional se puede manifestar con ansiedad excesiva, anorexia, desasosiego, quisquilloso, problemas emocionales (control, rigidez, respuestas inapropiadas, exceso, shock, traumas). Una necesidad no satisfecha se puede convertir en un trauma.

A nivel mental con excesiva actividad e indecisión.

 

¿Qué hacer?

Algunas cosas se pueden hacer para recuperar el equilibrio de este elemento son: Tener claros nuestros objetivos y actuar en consecuencia según ellos. Ser coherente con lo que se siente, se piensa, se habla y se actúa. Permitirte expresar las emociones y los sentimientos (Con el cuerpo, la voz y la mirada). Reír. Cantar. Bailar. Escuchar música. Disfrutar. Hacer actividades que sintamos que no son un esfuerzo, que realmente nos motiven, que surjan de un impulso interior. Hacer actividades creativas o artísticas. Tener actividades sociales. Hacer ejercicio aeróbico. Hacer espacios regulares para estar sólo, para reflexionar o meditar. Protegerse del calor. Satisfacer primero tus necesidades reales para llenarte y así poder compartir, dar y AMAR, de una manera auténtica.

 

Shiatsu

Una de las grandes ventajas del shiatsu es el diagnóstico energético que nos indica si la energía, por ejemplo del corazón-ID, está desequilibrada, esto junto con los síntomas que aparecen nos ayuda a orientar y confirmar el tipo de trabajo a realizar (con shiatsu o con otras acciones).

El trabajo de presión sobre los meridianos del corazón e ID es muy eficaz. También lo es la movilización articular con soporte para inducir un movimiento. Muchas contracturas repetitivas son debidas a que algo que queremos expresar se ha quedado a medias, el ayudar a movilizar a favor de la contractura o provocando el máximo de tensión en ella, permite la culminación y terminación del ciclo y la posterior fase de relajación ya que no hay nada que retener.

Trabajar disfrutando y escuchando lo que necesita el receptor desde el gusto y la satisfacción.

 

Meditaciones Activas Osho®

Crean un espacio para que podamos tener una vía adecuada a nuestra expresividad, de una manera lúdica, fácil y en sintonía con nuestra individualidad. Nos permiten terminar de cerrar ciclos incompletos que están retenidos en nuestro interior y que actúan de lastres a la hora de conseguir fluir satisfactoriamente en la relación con nosotros mismos y con el resto del mundo.

Ayudan a canalizar y materializar el exceso de energía mental y emocional con el resultado de que alcanzaremos fácilmente un estado de relajación auténtico y duradero.

El hacerse un espacio para uno mismo observando todo lo que ocurre hace que tomemos conciencia de nuestros objetivos en la vida y de si estamos sintonizados con ellos mediante nuestras acciones, sentimientos y pensamientos. Esta toma de conciencia no surge de una racionalización sino de una visión clara y directa, sin toma de decisiones, una visión que surge del interior a través de nuestro corazón.

Meditaciones recomendadas: Dinámica, Kundalini, Gourisankar, Nataraj, No dimensions, Cantar en los chacras, Respirar en los chacras.

 

 

José Antonio Espeso

Ingeniero de telecomunicación, Monitor de meditación y Terapeuta de shiatsu

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