Ventajas limitaciones de los estiramientos

Los estiramientos son un proceso mediante el cual se aumenta la flexibilidad muscular y articular. Proporcionan a un músculo la capacidad de alongarse, permitiendo así a una articulación o un grupo de articulaciones moverse a través de un rango de movimiento óptimo.

Los elementos involucrados serían los músculos, tendones, ligamentos y fascias.

Un factor climatológico que influye es el calor que afecta sobre todo a los músculos, por eso en verano somos más flexibles y a partir de otoño menos.

Si se usan para la práctica deportiva de competición hay que saberlos utilizar con mesura ya que un exceso de estiramiento produce una pérdida de potencia en prácticas de resistencia.

Los músculos no sólo están asociados al aparato locomotor alrededor de los huesos, sino que también hay una musculatura lisa que rodea nuestras vísceras y arterias. Esto último hace que dichos órganos se mantengan en una zona determinada, si no fuera así se producirán prolapsos con un mal funcionamiento de dicho órgano o la aparición de varices.

Todo queda reflejado en el cuerpo

Nuestro estilo de vida queda reflejado en nuestro cuerpo, no sólo la actividad deportiva o la falta de ella, también nuestro mundo emocional, el tipo y la cantidad de trabajo mental, así en general se puede considerar que nuestra masa muscular actúa de zona refleja.

Es muy común tener asimetrías en las tensiones de los músculos tanto por exceso como por defecto. Esto puede tener un efecto en nuestra postura que si perdura en el tiempo llegan incluso a deformar los huesos largos. Ejemplos de esto serían una escoliosis en la columna o una tibia vara.

Simplificando se puede considerar en general que esta asimetría muscular se produce cuando se abusa de una determinada postura, o de una determinada forma de actuar o de sentir. Cuando no nos dejamos vivir nuestro mundo emocional conteniendo su libre flujo a través de nuestro cuerpo, o cuando usamos nuestra mente constantemente y no la relajamos al estar continuamente moviendo información o relacionándote con los demás. En definitiva cuando no hay un equilibrio que respete los ciclos de actividad y descanso de todos los aspectos de nuestro ser.

Para corregir la postura existen diversas estrategias: Unas fuerzan desde el exterior mediante la presión o el estiramiento y otras más suaves que lo que hacen es llamar la atención sobre una determinada zona para tomar conciencia de su estado y así poder alterar la tensión.

Es muy común focalizarse en las zonas más tensas, rígidas o dolorosas porque son más visibles, en cambio las zonas con menos tono pasarían más desapercibidas, estás requerirían una escenificación en movimiento para tonificarlas ya que son fruto de una falta de uso, de un agotamiento o de una falta de desarrollo de una determinada habilidad.

Las zonas con menos tono (más vacías u ocultas) serían el origen del síntoma, y las zonas más tensas serían la manifestación de su compensación o su forma de protección.

Los estiramientos aparecen entonces como una forma básica de trabajo, y están en la base de múltiples disciplinas corporales ya que preparan el camino, abren el cuerpo y la gente cuando los practica siente un cierto bienestar.

Existen modalidades de hacerlos individualmente o con el apoyo de otra persona.

Otra forma interesante de realizarlos es aplicando determinadas resistencias externas o internas como se hace en sotai (una técnica de reeducación postural de la tradición japonesa), de esta manera activamos músculos que de otra manera no nos daríamos cuenta de su estado.

Pero ocurre el hecho de que un músculo al estirarlo no siempre se estira de manera uniforme, es muy común que haya determinados nudos que permanezcan duros o con poca apertura y el resto del músculo se estire en exceso. El caso extremo sería cuando se produce una hernia por un exceso de estiramiento o laxitud que hace que no proteja adecuadamente la vértebra o la zona a la que rodea.

En este caso hay que hilar un poco más fino como se hace con el masaje shiatsu.

Shiatsu

Esta técnica usa la presión con el dedo para examinar toda la longitud del músculo o de la zona corporal, esto produce en primer lugar que se haga visible y por tanto podamos tomar conciencia de su existencia, y posteriormente permitir la liberación de dicha tensión de una manera mucho más eficaz.

Muchas veces dicha tensión está ahí pero no se manifiesta hasta que no se aplica la presión, en estos casos estamos actuando de manera preventiva ya que se está somatizando algo antes de que se manifieste dolor o molestia de manera espontánea, con lo cual es más fácil corregir o modular que cuando ésta sintomatología está agudizada.

La presión provoca una alteración de la actividad eléctrica en los tejidos biológicos (piezoelectricidad) y esto influye en el movimiento del flujo de la energía vital llamada “Ki” en japonés (o “Chi” en chino).

Sobre este hecho físico gira el modelo de la medicina tradicional china, al ser un modelo global podrás comprender más fácilmente la interrelación entre cuerpo, mente y emociones a través de las señales que se manifiestan al variar dicho flujo.

Fue el psicólogo clínico Shizuto Masunaga el que retomó su uso en el estilo que llamó Shiatsu Zen. En él añadió además conceptos como las extensiones de los meridianos clásicos, el diagnóstico energético en el Hara y el Kio-Jitsu (lleno-vacío, manifestación-ocultación).

El uso de este soporte teórico (junto con los de anatomía, fisiología y psicología), nos da muchos más elementos de orientación y de actuación, no solamente a través del masaje sino en general de las acciones y decisiones que tenemos que tomar en nuestro día a día.

La visión energética nos hace comprender y a interrelacionar a un nivel más profundo las estructuras sobre las que posteriormente se desarrollan los aspectos físicos o mentales.

Por ejemplo, uno de los 5 elementos que se describen en el modelo de la medicina china es el metal, asociado al otoño, el pulmón e intestino grueso, es una energía descendente, relacionada con la tristeza, la respiración, la piel, el vello, rigidez abdominal, coraza muscular, etc. Si tienes sintomatología asociada a este elemento un trabajo muy indicado serán los estiramientos en todo el cuerpo que te harán conectar con tus límites.

En cambio si tienes sintomatologías del elemento madera (hígado- vesícula) serían más apropiados trabajos de movimiento articular de tendones.

Si hay sintomatología de fuego (corazón), donde las fascias estarían asociadas, hay trabajos de estiramientos específicos para conectar con dichos tejidos y reestablecer la unidad corporal para que todo colabore entre sí con el mínimo esfuerzo.

Con shiatsu se puede discernir en lo más prioritario y hacer tratamientos mucho más personalizados y eficaces al hacer manifestar cuál es tu patrón energético. Si además observamos su evolución con el tiempo podremos ver si hay algún aspecto repetitivo o crónico sobre el que llevar la atención y poder ayudar con el masaje y así enfrentar con más fortaleza tus retos pendientes.

Conclusión

La flexibilidad física sólo es un primer escalón, trabajar con shiatsu y con otras técnicas corporales te ayudará a ello, pero hay más: la flexibilidad emocional, la mental y la espiritual. Esta escalada es un reto que supone muchas veces cambiar de hábitos para adaptarse a las circunstancias de cada momento. Esta flexibilidad te facilitará el encontrar en cada momento el punto de mínimo esfuerzo, transcender los problemas mundanos y darle un sentido a tu evolución.

José Antonio Espeso

Ingeniero de telecomunicación.

Director de la escuela de shiatsu “Masunaga”.

Publicado en la revista Espacio Humano (Octubre 2016)

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