Meditación dinámica

La meditación dinámica de Osho

Meditación Dinámica. La joya que nos legó Osho.

“El verdadero equilibrio del hombre está en saber estar entre la locura y la cordura.” – OSHO

Considero a Osho como un ingeniero del mundo de la meditación.
Se fijó sobre todo en el hombre occidental, al cual le cuesta simplemente estar sentado meditando sin nada que hacer. De repente aparece un torbellino de pensamientos, de ansiedades, etc. Veía que estamos llenos de ciclos vivenciales inconclusos a los que no hemos sabido dar una respuesta adecuada, pero que están llamando a la puerta constantemente en busca de atención y solución. Estos ciclos están relacionados básicamente por situaciones de la vida en la que hacemos cosas que no están en sintonía con nuestro corazón y nuestro ser interno. Sientes que tienes que hacer una cosa pero tu jefe te dice que tienes que hacer otra, buscamos siempre razones para justificar nuestros actos basados en las circunstancias externas pero nos alejamos de nuestro sentimiento. Estamos creando un conflicto interno (una neurosis) y hacemos una fuerza de contención (represión) para mantener latente sin tocar dichos procesos, y tenemos incontables. Esta fuerza de contención no es gratuita, consume energía y provoca que nos mantengamos tensos física, emocional y mentalmente.

Osho veía que los métodos tradicionales de meditaciones pasivas no eran eficaces para acercarse a la meditación ya que previamente no se habían resuelto dichos conflictos. El medio principal para resolverlos sería el uso de la catarsis y para ello diseñó la meditación dinámica, permitiendo que aflore el mundo emocional y así descargar de represiones al corazón.

 

Descripción de la técnica

Fase 1. Respiración caótica y vigorosa por la nariz haciendo énfasis en la expiración. Cuerpo suelto, cambiando de ritmo constantemente. Tratamos de romper los patrones respiratorios fijos que tenemos  e ir explorando nuevas formas. Así podremos ser espontáneos en la siguiente fase y poder elegir la forma respiratoria adecuada a cada momento.

Fase 2. Catarsis. Es la hora de explotar, de expresar todo lo que hay dentro de uno a flor de piel sin reprimirnos, puedes gritar, llorar, bailar, cantar, golpear un cojín, etc. Es el momento de moverse, no de estarse quieto. Al comienzo puede ser interesante estar unos segundos sin hacer nada para dejarse sentir.

Fase 3. Brazos en alto, cuerpo relajado, saltamos en vertical gritando el mantra sufí “Ju” al tocar el suelo con los pies. Permitimos que el sonido vibre en nuestro hara (debajo del ombligo). Agótate.

Fase 4. STOP. Silencio, ahora no hay música. Permanecemos de pie con los brazos en alto. Es la etapa realmente de meditación, las fases anteriores son preparatorias. Estamos en actitud de testigo, observamos todo lo que nos ocurre en el momento presente de manera desenfocada, una gota de sudor que corre, las tensiones en los brazos, cómo respiramos, un pensamiento que entra y sale… Marcamos una distancia entre el testigo y todo lo que nos ocurre, nos desidentificamos.

Fase 5. Danza celebrativa.

 

Comentarios

Se recomienda hacerla por la mañana con el estómago vacío, ojos cerrados o tapados. Realizada con más gente es muy estimulante, pero también es muy recomendable hacerla sólo. Se puede hacer sin necesidad de gritar y es igualmente muy eficaz y liberador.

Respeta tus límites, suaviza su desarrollo o la forma de hacerla si ves que te haces daño (problemas de espalda, obesidad, etc).

Osho insiste en ser totales a la hora de actuar más que en ser perfectos. Esto quiere decir que cuando estás respirando te conviertes en respiración, todo tu cuerpo, todas tus células colaboran a ello. Cuando estás haciendo la catarsis, usas todo tu cuerpo para expresar, usas también tu voz, usas tu mirada y músculos faciales para darle la intensidad suficiente a lo que quieres transmitir. Si dejas de usar alguno de estos elementos a la hora de expresar probablemente estés conteniéndote y no podrás liberar toda la energía retenida, dejarás pasar la oportunidad. Cuando dirijo está meditación, a veces sugiero que imagines que estás ante un casting de teatro en el que tienes que saber hacer cualquier tipo de papel (comedia, drama, etc), pruebas varios papeles distintos y luego eliges el que crees que es el más adecuado para ti en ese momento actuando de nosotros mismos, casi siempre encontrarás uno, y si no lo consigues continuas jugando, se trata de volverte loco conscientemente.

Esta técnica es muy recomendable empezar a hacerla en grupo supervisada por algún monitor con la suficiente experiencia. Recibir una opinión externa de cómo respiramos o expresamos emociones, nos ayudará a saber si tenemos algún tipo de bloqueo físico, dificultad en conectar con las situaciones, bloqueo en algún canal de expresión, resistencias mentales, etc. Es bastante común que no seamos conscientes de dichos bloqueos por falta de una correcta educación emocional o falta de consciencia corporal, pero es fundamental conocerlos y liberarlos para poder fluir por la vida y para poder profundizar en nuestra practica meditativa sin interferencias.

La tercera fase es una parte fundamental dentro de todo el proceso energético en que está involucrada, ayuda a canalizar toda la energía movilizada hacia el hara y de ahí a través de las piernas hacia la tierra, enraizándonos. Este proceso de enraizamiento puede tener como consecuencia el despertar de la energía Kundalini que yace dormida en el primer chacra. Cuanto más enraizados estamos más impulso podrá tomar la energía y subir verticalmente a través de nuestros chacras y poder pasar al estado “no-mente”.

Si hemos activado la energía suficientemente en las tres primeras fases, el silencio y la quietud florecerán sin esfuerzo en la cuarta, no hay nada que contener, no hay nada que expresar, sólo estar.

 

Conclusión

Está técnica condensa gran parte del pensamiento de Osho, trabaja el polo de la locura dejando la mente a un lado, a diferencia de la gran mayoría de técnicas de meditación que ayudan a integrar el cuerpo-mente, son el polo opuesto, el de la cordura. Si sabes moverte entre ambos polos tendrás una vía directa hacia el centro de tu ser, es un arte, mas que una matemática, y tendrás que estar con los ojos bien abiertos para leer las señales que se te presentan en el camino. Apóyate al principio en un grupo y aprende a saber ir sólo, así encontrarás tu verdad.

Últimamente se habla de empezar a incluir educación emocional en los colegios, estoy seguro que esta técnica se llegará a usar por nuestros hijos, se volverán más centrados, más atentos, más alertas, más sensibles, más humanos.

Gracias Osho.

 

 

José Antonio Espeso

Ingeniero de telecomunicación, Monitor de meditación y Terapeuta de shiatsu

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